El tronco, musculatura y estructura (Parte 1)

El tronco, musculatura y estructura (Parte 1)

Este es también llamado torso, el tronco es la parte del cuerpo humano que comprende a la columna vertebral, al tórax (donde se encuentra la caja torácica) y a la pelvis.

Esta zona del cuerpo humano alberga los órganos del aparato respiratorio y circulatorio, al igual que los órganos del aparato digestivo y sus glándulas asociadas (el hígado y el páncreas). Asimismo, también alberga el aparato urinario, y en la mujer el aparato reproductor.

Partes del cuerpo

Los límites del tronco son:

Superior: la zona del cuello, el punto supraesternal y el punto de la vértebra prominente o espinal.

Inferior: el plano de las extremidades inferiores formado por el surco subglúteo y la parte más baja de los genitales externos.

Laterales: las extremidades superiores.

El raquis o columna vertebral  en el tronco

Como ya se ha visto en el tema anterior, la columna vertebral o raquis se extiende desde la cabeza hasta la pelvis, permitiendo que el individuo se mantenga de pie y pueda realizar diferentes movimientos. El raquis se compone de treinta y tres vértebras en la niñez, y de 24 en la edad adulta, las cuales cuentan con articulación entre ellas, y su longitud es de aproximadamente 75 centímetros en el cuerpo de un adulto.

En el tronco estas vértebras se distribuyen en diferentes zonas o curvaturas en las que se puede dividir el raquis o columna:

  • Zona cervical: compuesta por 7 vértebras cervicales.
  • Zona dorsal: se compone de 12 vértebras dorsales.
  • Zona lumbar: compuesta por 5 vértebras lumbares.
  • Zona sacra o sacro-coxial: que se identifica porque no cuenta con movilidad.

Entre cada una de estas vértebras se encuentra un disco intervertebral encargado de otorgar movilidad al conjunto del raquis.

Vértebras: todas las vértebras están formadas por los mismos elementos, a excepción de las dos primeras vértebras cervicales.

La cubierta externa de una vértebra está formada por hueso cortical denso, sólido y resistente. Dentro de cada vértebra existe hueso esponjoso, más débil que el cortical como ya se ha visto anteriormente.

Cada vértebra está formada por los siguientes elementos comunes:

  • Cuerpo vertebral: la parte más grande de una vértebra. Vista desde arriba es de forma ovalada, y desde una perspectiva lateral tiene la forma de un reloj de arena, siendo de mayor grosor en los extremos que en la parte media. El cuerpo vertebral está cubierto por resistente hueso cortical y en su interior hay hueso esponjoso.
  • Pedículos: son dos apófisis cortas formadas de resistente hueso cortical, que surgen desde la parte posterior del cuerpo vertebral.
  • Láminas: son dos placas óseas relativamente planas que se extienden a los lados de los pedículos y se unen en la línea media.
  • Apófisis: sirven como puntos de conexión de ligamentos y tendones. Existen tres tipos de apófisis:
    • Articular
    • Transversa
    • Espinosa
    • Placas Terminales: los extremos superior e inferior de cada cuerpo vertebral están recubiertos de una placa terminal. Las placas terminales son estructuras complejas que se mezclan formando el disco intervertebral y mejorando su soporte.
    • Agujero Intervertebral: los pedículos tienen una pequeña escotadura en su superficie superior y una escotadura profunda en su superficie inferior. Cuando las vértebras están una encima de la otra, las escotaduras pediculares forman un área llamada agujero intervertebral. Esta área es de gran importancia, ya que a través de ella las raíces nerviosas salen de la médula espinal hacia el resto del cuerpo.

Discos intervertebrales: Entre cada uno de los cuerpos vertebrales se encuentra un disco intervertebral como acabamos de comentar. Cada uno de estos discos amortigua los esfuerzos e impactos a los que es sometido el cuerpo durante el movimiento y evita que se produzca el desgaste por fricción entre las vértebras.

En el tronco los discos intervertebrales son las estructuras más grandes del cuerpo que no reciben aporte vascular y asimilan los nutrientes necesarios a través de la ósmosis. Cada disco está formado por dos partes:

  • El anillo fibroso:  parte periférica formada por una sucesión de capas de fibras concéntricas.
  • El núcleo pulposo: parte central formada por sustancia gelatinosa y blanda compuesta mayormente de agua.

Las fuerzas de compresión sobre estos discos van aumentando su magnitud conforme nos vamos acercando al sacro, ya cuanto más abajo nos encontremos, mayor cantidad de elementos quedarán situados por arriba de las vértebras.

Movimientos del raquis: en postura bípeda normal, el raquis y la cabeza se encuentran en un frágil equilibrio, ya que únicamente el tono muscular es el que se va a encargar de mantener estos órganos en esta posición. En un plano sagital se puede considerar que estos músculos son:

  • Dorsalmente: la musculatura de los canales vertebrales que se extienden desde el sacro e ilíaco hasta la base del cráneo.
  • Ventralmente: el recto mayor del abdomen y los músculos escalenos. Estos actúan sobre la estructura ósea vertebral por medio del esqueleto torácico.

A la hora de valorar la movilidad del raquis en su conjunto hay que tener en cuenta que no existen movimientos puros propiamente dichos (flexión, extensión, inclinaciones laterales, rotaciones…), ya que estos van a combinarse en los diferentes segmentos.

El movimiento resultante se debe a la suma de los pequeños movimientos intervertebrales en el tronco. También se debe tener en cuenta que la movilidad de la columna dependerá de la persona en cuestión.

El raquis lumbar 

El raquis lumbar soporta el peso de los segmentos cervicales superiores y del tronco, transmitiendo las fuerzas compresivas y de cizalla a la parte inferior durante la realización de las actividades del día a día.

En el tronco las carillas articulares de las vértebras lumbares están ligeramente desplazadas hacia el plano frontal, dirigidas hacia atrás y hacia dentro, por lo que se encuentran casi enfrentadas. La orientación de las carillas es de 45 grados con respecto al plano frontal y 90 grados con respecto al transversal. Sus cuerpos son grandes y tienen forma de riñón. La quinta vértebra lumbar es la más grande de todas las vértebras móviles.

Estas vértebras, junto con los discos, constituyen el 80% de la estabilidad de un individuo. En el raquis lumbar se pueden realizar movimientos de:

  • Flexión
  • Extensión
  • Inclinación lateral
  • Limitación de la rotación

Estas vértebras se nombran con la letra L seguida del número de posición que ocupan en sentido descendente.

Flexión: el cuerpo vertebral de la vértebra superior se inclina y se desliza hacia delante, lo que aumenta el grosor del disco en su parte posterior. Las apófisis articulares inferiores de la vértebra superior se separan de las apófisis articulares de la vértebra inferior, tensando la capsula y ligamentos. Este movimiento tiene una amplitud de 40 grados.

Extensión: el cuerpo vertebral de la vértebra superior se inclina hacia atrás y retrocede lo que aumenta el grosor del disco en su parte anterior. Las apófisis articulares inferiores de la vértebra superior encajan con las apófisis articulares de la vértebra inferior, contactando las apófisis espinosas. Este movimiento puede llegar a una amplitud de 30 grados.

Inclinación: el cuerpo vertebral de la vértebra superior se inclina hacia la concavidad de la inflexión y el disco se inclina hacia la convexidad. Los ligamentos del lado de la convexidad se estiran y los de la concavidad se distienden. Se pueden alcanzan entre 20 y 30 grados a cada lado.

Rotación: el movimiento de rotación en esta zona es muy limitado, no llegando a superar los 5 grados.

El raquis dorsal en el tronco

En el tronco el raquis dorsal o torácico se encarga de cumplir un papel de protección del eje medular. Biomecánicamente el raquis dorsal es más estable que el lumbar porque cuenta con estructuras óseas alrededor, que son las costillas, y la musculatura.

En las vértebras de esta zona del raquis las carillas articulares son verticales y tienen una orientación circular que permite realizar los siguientes movimientos:

  • Rotación
  • Extensión
  • Flexión
  • Inclinación

Estas vértebras se nombran con la letra T seguida del número de posición que ocupan en sentido descendente.

Rotación: se produce entre dos vértebras contiguas, limitando las costillas este movimiento. Llega hasta los 35 grados.

Extensión: puede llegar hasta los 75 grados en la zona dorsolumbar.

Flexión: se acompaña de una apertura posterior del espacio intervertebral con desplazamiento del núcleo pulposo hacia atrás. Las superficies articulares de las apófisis articulares superiores se deslizan hacia arriba, y las apófisis inferiores de la vértebra superior tienden a desbordar hacia arriba las apófisis superiores de la vértebra inferior. En la región dorsolumbar alcanza 105 grados.

Inclinación: hay que tener en cuenta las costillas, el tórax se eleva en el lado de la convexidad, al contrario que en el lado de la concavidad en el que el tórax desciende y se retrae, y el ángulo condrocostal se cierra. Alcanza unos 20 grados.

El raquis cervical

Las vértebras de la zona cervical se diferencian del resto en que su cuerpo vertebral es más pequeño y más ancho de lado a lado que anteroposteriormente, y que la cara superior es cóncava y la inferior convexa. Estas vértebras se nombran con la letra C seguida del número de posición que ocupan en sentido descendente.

En el tronco las vértebras C1 y C2 son diferentes.

La vértebra C1, llamada atlas, tiene forma de anillo, es algo arriñonada cuando se observa desde arriba o desde abajo. Sus carillas articulares superiores cóncavas reciben los cóndilos occipitales. Esta vértebra no tiene apófisis espinosa ni cuerpo, y consiste en dos masas laterales conectadas por los arcos anterior y posterior. Transporta el cráneo y rota sobre las carillas articulares superiores planas grandes de C2.

La vértebra C2, el axis, es la vértebra cervical que tiene más fuerza. Se distingue por la apófisis odontoides, que se proyecta hacia arriba desde su cuerpo. No cuenta con disco intervertebral en la articulación entre el atlas y el occipital.

La función del raquis cervical es albergar y proteger la médula espinal, soportar el cráneo y permitir los movimientos de la cabeza como rotarla de un lado al otro, o inclinarla hacia adelante o atrás.

El raquis cervical puede realizar movimientos de:

  • Flexión, hasta 40 grados.
  • Extensión, hasta 75 grados.
  • Inclinación, hasta 45 grados.
  • Rotación, más amplia que en otras regiones llegando hasta los 50 grados.

Estos movimientos son llevados a cabo gracias a varios músculos del cuello.

Cuando una persona está en equilibrio normal en bipedestación, la parte posterior del cráneo, la espalda y los glúteos son tangentes a un plano vertical como puede ser una pared.

Articulaciones de los cuerpos vertebrales

Son articulaciones de tipo anfiartrosis, capaces de soportar peso y ejercer fuerza. Se componen de discos intervertebrales, los cuales presentan un anillo fibroso y un núcleo pulposo. Tienen forma de cuña en la región cervical, con su porción anterior más gruesa que la posterior, lo que contribuye a la curvatura de esta zona.

En el tronco los discos de la región torácica superior son muy finos, y ello hace que sean menos propensos a problemas como puede ser una hernia discal (ocurre cuando parte del núcleo se empuja hacia afuera a través de un desgarro en el anillo). Los discos intervertebrales se insertan en los anillos epifisiarios del cuerpo vertebral. El núcleo pulposo funciona como un balón semilíquido amortiguador.

Por delante tiene el ligamento longitudinal anterior que mantiene la estabilidad de las articulaciones intervertebrales y ayuda a prevenir la hiperextensión de la columna vertebral. Se extiende en la cara anterior de la columna desde el sacro hasta el hueso occipital.

El ligamento longitudinal posterior se extiende desde el axis hasta el sacro. Es más delgado y débil que el anterior, y ayuda a prevenir la hiperflexión de la columna vertebral y la protrusión posterior de los discos intervertebrales.

Además de estos ligamentos, también vamos a encontrar:

  • Ligamento amarillo, también llamado flavo, es muy denso y resistente. Resisten la separación de las láminas en la flexión, y ayudan a la extensión de vuelta a la posición anatómica.
  • Ligamento interespinoso.
  • Ligamento intertransverso, situado en el extremo de cada apófisis.

En este articulo se ha explicado la primera parte sobre el tronco y toda su estructura, si quieres y deseas mejorar tu musculatura y estructura debes entrenar y comer de forma saludable, a esto le deben sumar un buen descanso y la ingesta de suplementación deportiva.

Dentro del ámbito de los suplementos deportivos existe una gran variedad, pero la proteína es sin duda alguna el suplemento más reclamado por los deportistas y uno de los que más ayuda a mejorar el tronco.

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